sábado, 22 de marzo de 2008

¿Qué son los pólipos nasales?

Son los tumores más frecuentes de las fosas nasales y resultan de una degeneración edematosa de la mucosa nasal de origen inflamatorio. Los pólipos son redondeados, blandos, tersos, translúcidos y de color gris-rosado. Se localizan sobretodo en la pared lateral de las fosas nasales, en el meato medio o en los cometes medio y superior.


¿Los pólipos nasales constituyen un hallazgo frecuente?

La frecuencia global de pólipos nasales en la población es incierta y variable dependiendo del medio geográfico, sin embargo, se ha visto que es más frecuente en pacientes con alérgica no tratada. Además se pueden presentar en individuos no alérgicos, con asma y mayores de 40 años. Aproximadamente el 30% de los enfermos con poliposis tienen asma (sobre todo el llamado asma intrínseco) y en asociación con el Síndrome ASA Triada consistente en asma, pólipos nasales e intolerancia a la aspirina, pudiéndose presentar además sinusitis. Se observan además en las alteraciones de motilidad ciliar y en la Fibrosis Quística.

¿Por qué se producen?


No se conoce la causa definitiva que origina la formación de pólipos en las mucosas nasal y sinusal, aunque se sabe que hay varios factores que pueden contribuir, como son las inflamaciones persistentes o recurrentes de la mucosa nasal (rinitis, sinusitis); a su vez las alteraciones anatómicas de las fosas nasales o de los senos paranasales, al crear zonas donde se genera una presión negativa, pueden ser un factor coadyuvante.

¿Cuáles son sus principales síntomas?

La mayoría de los pacientes con pólipos tiene una larga historia de rinitis. Los síntomas de inicio suelen ser la sensación de ocupación nasal sin obstrucción o la sensación de mucosidad nasal imposible de eliminar. A medida que la enfermedad progresa van apareciendo otros síntomas, tales como dificultad respiratoria nasal y la hiposmia o sensación de falta de olfato. Los estornudos, el picor nasal u ocular sugieren la asociación con una rinitis alérgica.

Otros síntomas son: cefalea, malestar general, sensación de tensión en la cara, sequedad de boca y voz nasal (rinolalia).

¿Cómo se diagnostica?

Por rinoscopia anterior, es decir, mirando a través de las fosas nasales, se observan unas masas de aspecto pálido o sonrosado ocupando las fosas nasales. La mayoría de las veces los pólipos son bilaterales, es decir, en las dos fosas. La presencia de secreción mucopurulenta hace sospechar sobreinfección.

Se debe recurrir a endoscopia nasal para identificar bien al pólipo, ver el tamaño y su estadio de evolución.

La radiografía en proyección Walters, Caldwell y lateral permite ver las ocupaciones de los senos y fosas nasales.

Un estudio alergológico completo permitirá en determinados casos valorar procesos alérgicos asociados.

La citología del exudado nasal puede complementar la exploración del paciente, al permitirnos detectar eosinofilia.

En algunos casos será preciso realizar cultivos de las secreciones sobreinfectadas para identificar el germen causal y realizar un antibiograma (método para averiguar la sensibilidad de un germen frente a diversos antibióticos).

Para conocer la extensión del proceso, sobre todo de cara a la cirugía, se recurrirá a la Tomografía Axial Computarizada (TAC), que ofrece una mejor definición que la radiología de senos paranasales convencional. La Resonancia Nuclear Magnética (RNM) sirve para diferenciar los pólipos y los tumores nasosinusales de los mucoceles y otras alteraciones del moco capaces de provocar un bloqueo ostiomeatal o una infección fúngica (de hongos).

En caso de duda sobre la etiología (causa) polipoidea de una masa nasal estaría indicado hacer un biopsia para descartar procesos malignos.


¿Cuál es su tratamiento?

Los objetivos del tratamiento son:

  • Disminuir el tamaño de los pólipos
  • Restablecer una correcta respiración nasal
  • Abolir los síntomas riníticos
  • Restaurar la olfación
  • Prevenir recurrencias

El tratamiento médico tiene un alto porcentaje de buenos resultados y consiste en administrar corticoides tópicos nasales de manera regular, pues si bien los de uso sistémico pueden reducir la masa del pólipo ("polipectomía médica") y ayudar al paciente a recobrar el olfato y el sentido del gusto, tienen potenciales efectos secundarios. Sin embargo, un ciclo corto de corticoides orales administrado días antes de la cirugía nasosinusal, puede ayudar a disminuir el tamaño de los pólipos y a controlar la hiperreactividad bronquial, si el paciente también padece asma.

Para que la distribución del corticoide nasal sea lo más homogénea posible a lo largo de la mucosa nasal, el enfermo deberá colocarse hacia delante y con la cabeza baja. Su presentación en gotas nasales son óptimas para este fin.

Los antihistamínicos, vasoconstrictores o cromoglicato disódico han demostrado poco o nulo beneficio. Sin embargo, cuando coinciden pólipos y alergia es primordial el tratamiento de la misma con medidas de profilaxis (prevención o tratamiento) ambiental, antihistamínicos e incluso en casos seleccionados, tratamiento inmunoterápico.

Siempre que la secreción nasal sea purulenta, es necesario administrar antibióticos de amplio espectro y favorecer el drenaje de los senos paranasales mediante lavados frecuentes con suero fisiológico o agua marina.

El tratamiento quirúrgico está indicado fundamentalmente cuando hay una falta de mejoría con el tratamiento corticoideo, sinusitis frecuentes o una intensa obstrucción nasal. Los resultados de la cirugía con las técnicas actuales y en manos expertas son buenos, con un 5-10 % de recidivas, de las que aproximadamente sólo un 1% se tienen que reoperar porque el resto responde muy bien a tratamiento médico. Se aconseja tratamiento corticoideo previo y posterior a la cirugía para evitar estas recurrencias.

La introducción de la endoscopia nasosinusal ha facilitado el desarrollo de la polipectomía, que puede practicarse con rayo láser para disminuir la posibilidad de sangrado; en función de lo que ve a través del endoscopio, el otorrinolaringólogo puede resecar el tejido enfermo que estime oportuno.

Después de la cirugía se establece una pauta de visitas y una vez estabilizada la cicatrización, se inicia tratamiento con corticoides tópicos. Dependiendo del tipo de poliposis, el tratamiento deberá ser permanente o por tandas.

REFERENCIAS

Cabrera Sierra, M. Saludalia http://www.saludalia.com/docs/Salud/web_saludalia/temas_de_salud/doc/otorrinolaringologia/doc/doc_poliposis.htm 2003
2003